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El uso de semilla original y certificada garantiza buena calidad genética, física, fisiológica y fitosanitaria. Estas condiciones de calidad permiten la resistencia o tolerancia a plagas y/o enfermedades y por lo tanto un cultivo sano y abundante.

La certificación garantiza que la semilla empleada para la siembra dará como resultado un cultivo vigoroso y uniforme, además nos asegura que se encuentra libre de plagas y enfermedades, lo cual reditúa en una mejor cosecha y mayores ingresos para los productores.

El proceso de certificación realizado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) lleva toda una metodología, que consiste en una inspección de campo y un análisis de laboratorio que compruebe la calidad de las semillas desde su origen, proceso de producción, almacenamiento, hasta su comercialización.

Una vez aprobada la inspección de campo y los análisis del laboratorio, se entrega una certificación oficial que avala la calidad de la semilla. Sólo las semillas que cubren los requisitos de alta calidad genética, fisiológica, física y fitosanitaria son certificadas.

Además de la certificación entregada por el MAG, una semilla de calidad cuenta con un certificado del porcentaje de germinación efectiva otorgado por la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario AGROCALIDAD, la cual provee al sembrador la garantía de que las semillas tendrán un desarrollo eficiente desde etapas iniciales siempre y cuando se las maneje de manera adecuada.

Por lo tanto las certificaciones de semillas ofrecen certidumbre al agricultor, garantizando la calidad física, genética, sanitaria y fisiológica de las semillas, dándole al consumidor una evidencia sobre el insumo que está adquiriendo por medio de un certificado de calidad (etiqueta de certificación).

Una semilla certificada es garantía de calidad y le ofrece al productor la seguridad en rendimiento y producción de sus cosechas.

Pero también es importante que se tenga en cuenta que, el uso irresponsable de semilla de contrabando o no certificada, aumenta la presencia de plagas y enfermedades, incrementa la cantidad y variedad de malezas, generando mayores costos de producción y puede presentar diferentes períodos vegetativos generando cosechas de baja calidad y cantidad.

Algunas afectaciones que genera el uso de semilla no certificada y de contrabando son de tipo económico, afectación al medio ambiente y  cosechas deficientes, entre otras como: ingreso de plagas ausentes en la región y el país, desestimulo en la inversión nacional y extranjera en programas de investigación y mejoramiento, poca introducción de nuevos materiales por parte de empresas de investigación y mejoramiento genético, menores alternativas para los agricultores, pérdida de competitividad del sector, que se traduce en incapacidad de enfrentar los competidores internacionales y desempleo en el campo, lo que se refleja en mala calidad de vida de los productores.

Entre tanto, el uso de semillas certificadas y originales en los cultivos, presenta beneficios como favorecer a un rápido y uniforme establecimiento en campo, permite una población adecuada de plantas, genera un cultivo libre de organismos patógenos, no tiene contaminantes varietales, está exenta de semillas de malezas.

En Terrasemillas S.A. contamos con las certificaciones otorgadas por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario AGROCALIDAD,  las cuales garantizan que los estándares de calidad (física, fisiológica, genética y fitosanitaria) de nuestras semillas son de la más alta calidad. Además que contamos con un 99% de efectividad en la germinación.

Te invitamos a conocer más acerca de nuestras semillas originales y certificadas. Para comprarlas puedes hacer clic aquí.

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